La fisioterapia es una de las terapias no farmacológicas que se pueden aplicar en la enfermedad de Parkinson, estando este dirigido a mejorar la calidad de vida de nuestras personas usuarias. La fisioterapia no da resultados inmediatos. Es una carrera de fondo y se debe adaptar a cada fase de la enfermedad. Desde el comienzo de esta, trabajaremos específicamente la coordinación, el equilibrio, el ritmo, la amplitud de movimientos y el ciclo de la marcha.
Tendremos como objetivos:
- Facilitar la ejecución y el control de los movimientos
- Prevenir retracciones musculotendinosas
- Mantener funciones cardiorrespiratorias
- Favorecer la independencia de la persona usuaria
Dependiendo de la fase en la que nos encontremos, la fisioterapia irá dirigida a:
Fase 1 o Fase Inicial
- Prevenir y tratar la inestabilidad postural
- Identificar tempranamente los problemas relacionados con alteraciones del movimiento
- Fomentar la participación de la persona usuaria en programas diseñados para mejorar la condición física general. Prevenir las deficiencias posturales, deficiencias en marcha y traslado
- Tratar la debilidad muscular, la rigidez articular, la disfunción orofacial y respiratoria
Fase 2
- Tratar el deterioro musculoesquelético
- Corregir alteraciones posturales
- Reeducación de la marcha para evitar caídas
- Evaluaremos el medio dónde se desenvuelve la persona usuaria
- Dar y enseñar ayudas técnicas
- Educar a las familias y/o cuidadores para favorecer buen manejo de la persona usuaria
Fase 3 o Avanzada
- Cambios posturales para evitar deformidades articulares, escaras y dolores
- Prevenir y tratar problemas respiratorios
- Tratar en domicilio con un régimen de estiramientos y movilizaciones suaves
- En esta fase es muy importante la labor de formación a familiares o cuidadores


